London Blogging Night

¡Hola!


El relato con el que inauguramos esta aventura se tituló London Bloggin Night y es una historia de amistad con todos los ingredientes de una novela de intriga: una desaparición misteriosa, un personaje siniestro, pasiones, miedos e incertidumbres. Puedes encontrar los 47 capítulos en el archivo.


Ahora iniciamos una Isla de Relatos (casi perversa) donde intentaremos contar historias que os evadan un rato, a la vez que os provoquen. Queremos que paséis un tiempo, sea el que sea, pero que sea memorable.



Patricia & Isabel


miércoles, 23 de enero de 2013

CAPÍTULO 7: Sigue la caza

Soy M..., pero mi mejor amiga, que se ha quedado en la fiesta, me llama Eme. ¿Y tú?

“Mejor dicho, la has abandonado en la fiesta... por mi -pensé inmediatamente-. Esto empieza a las mil maravillas. Me gusta esta mujer: se deja llevar.” -Mi nombre es Stephen. Pleased to meet you... :-) .
Cielo, ya que ahora estamos libres de compañía y de otros instrusos que te pretendan, ¿te apetece tomar una copa? Después te llevaré a mi galería... si así lo deseas, claro. Me encanta mi trabajo y sería delicioso poder enseñarte dónde transcurren muchas de mis horas. ¿Te parece bien?

-Por supuesto que sí. Eres el primer marchante que conozco. Y tengo claro que también eres el mejor guía con el que podía haber coincidido. Estoy deseando conocer el lugar de seguro encanto al que me vas a acompañar. Estoy en tus manos.



Le sostengo la mirada unos segundos y Ella quiere beberse, literalmente, la mía. Cierto es que empiezo a tenerla ya, a saborearla. Lo que no sabe es en qué medida puedo llegar a poseerla... Quizás me equivoque, pero la miel que tiene en esa boca, en ese cuerpo, es para mi. Una bella obra de arte que me está destinada.

-Te mostraré uno de mis rincones secretos, en una de las zonas más sofisticadas de Londres. Además, cuenta con otro aliciente: está en St James, el mismo barrio que la White Cube. -¿Qué es? -me pregunta.

Está tan excitada e intrigada...-Es mi galería -le informo-. Te llamará la atención el edificio y si el arte contemporáneo te interesa, es tu sitio. Está lleno de él: puedes, incluso, sentirlo en la piel.

Llegamos a Tramp (40 Jermyn Street) a tiempo. Una de las cosas que me desesperan de mi ciudad son los horarios nocturnos de los locales. Si no te presentas antes de las 3 de la madrugada, estás perdido.

Pero hoy ese no es nuestro caso. Eme observa detenidamente cómo hablo con el responsable de la discreta entrada. Estoy en su guest list, no necesito hablar con Guido, el administrador, y por ello no tenemos ningún problema para acceder a este templo del glamour y la fama fundado más de 40 años atrás.

Su nombre proviene del personaje de Chaplin en “The Little Tramp”. Todos sabemos que Charles fue el Vagabundo más grande de todos. Creo que Eme está en su elemento.

La tomo de la mano y nos dirigimos lentamente a la gran terraza, diseñada para fumar al aire libre, con un bar lounge lejos de indiscreciones y perfecto para un tête a tête, lujosas zonas de asientos y espejos en las paredes. La miro y el tiempo se detiene: la luz y yo nos reflejamos en sus ojos brillantes. La emoción está servida: desde este momento, y desde siempre -como recuerdan los “viejos” del lugar-, lo que ocurra en Tramp se quedará en Tramp.

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