Acompañándome estos dos días, mi gran amiga Eme (así la llamo yo) y una gran maleta repleta de modelitos para según qué plan:
-Plan A. Para momentos en las que una se siente que levita en lugar de caminar. -Plan B. Para los momentos en que los bífidos activos no han surtido efecto. -Plan C. Para los que toda la composición del cuerpo parece ser materia grasa. -Plan D.: ¡Para los momentos en los que fallan todos los planes anteriores!
Parecemos dos quinceañeras, y
es que así se me antoja desde el primer instante en que pisamos el
aeropuerto de El Prat, en Barcelona.
Me llamo Sabela. Me dedico a hablarle a la gente sobre lo que otros quieren decir y no saben cómo hacerlo. Para los menos sensibleros o las madres como la mía que necesitan descripciones más al uso de los tiempos modernos, trabajo en publicidad y marketing por encargo. No soy mercenaria de la comunicación pues le imprimo toda la pasión de la que soy capaz. Pero sí trabajo para cuenta de terceros. Para aquellos que tengan un problema con su negocio y no puedan resolverlo por otras vías.
Vivo y ejerzo en Barcelona, ¡una de las ciudades más bellas del mundo!
Eme es parte de mi. Trabajamos juntas en algunas ocasiones. Ella es el método que yo no tengo. La visión más crítica y cínica de las cosas.
Este fin de semana nos vamos a la ciudad del Támesis de visita ocio-profesional. Confieso que mis objetivos tienen más que ver con pasarlo bien que con los de elaborar una de mis soluciones.
Todo va a cuadrar bien: el clima de julio es perfecto, la hora, ideal para no ir con prisas, y la perspectiva de una fiesta en la décima planta del hotel Me, en la terraza diseñada por Norman Foster, ¡no puede ser más cool!
En tres horas después de nuestro aterrizaje ya estaremos acicaladas para la ocasión y dispuestas a disfrutar de las impresionantes vistas que, sobre la City, nos ofrecerá tan selecto emplazamiento.
El evento, como he dicho, la inauguración de la London Blogguin Night, una agencia de comunicación que gestionaba las relaciones de grandes empresas en el ámbito digital. Nuestra presencia en particular, motivada por una colaboración regular que aseguraba la implantación de la nueva startup en España.
Las cosas nos iban bien. O al menos hasta esa noche, que tanto cambiaría nuestras vidas.
Me llamo Sabela. Me dedico a hablarle a la gente sobre lo que otros quieren decir y no saben cómo hacerlo. Para los menos sensibleros o las madres como la mía que necesitan descripciones más al uso de los tiempos modernos, trabajo en publicidad y marketing por encargo. No soy mercenaria de la comunicación pues le imprimo toda la pasión de la que soy capaz. Pero sí trabajo para cuenta de terceros. Para aquellos que tengan un problema con su negocio y no puedan resolverlo por otras vías.
Vivo y ejerzo en Barcelona, ¡una de las ciudades más bellas del mundo!
Eme es parte de mi. Trabajamos juntas en algunas ocasiones. Ella es el método que yo no tengo. La visión más crítica y cínica de las cosas.
Este fin de semana nos vamos a la ciudad del Támesis de visita ocio-profesional. Confieso que mis objetivos tienen más que ver con pasarlo bien que con los de elaborar una de mis soluciones.
Todo va a cuadrar bien: el clima de julio es perfecto, la hora, ideal para no ir con prisas, y la perspectiva de una fiesta en la décima planta del hotel Me, en la terraza diseñada por Norman Foster, ¡no puede ser más cool!
En tres horas después de nuestro aterrizaje ya estaremos acicaladas para la ocasión y dispuestas a disfrutar de las impresionantes vistas que, sobre la City, nos ofrecerá tan selecto emplazamiento.
El evento, como he dicho, la inauguración de la London Blogguin Night, una agencia de comunicación que gestionaba las relaciones de grandes empresas en el ámbito digital. Nuestra presencia en particular, motivada por una colaboración regular que aseguraba la implantación de la nueva startup en España.
Las cosas nos iban bien. O al menos hasta esa noche, que tanto cambiaría nuestras vidas.
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